Manejando una silla de ruedas con la mente
Crean en Galicia una silla de ruedas guiada por ondas cerebrales
El prototipo diseñado por Handytronic y la Universidade da Coruña traduce los impulsos eléctricos en órdenes de movimiento
El primer ensayo con personas con discapacidad se hará en mes y medio en el mayor hospital de Galicia.
Arriba, abajo, izquierda, derecha... El discapacitado no habla. Pero la silla de ruedas se mueve a su voluntad. O, mejor dicho, es su cerebro el que la guía. Lo hace gracias a un casco en la cabeza del usuario que incorpora una plataforma de encefalografía que capta sus impulsos eléctricos. Son señales aparentemente ininteligibles, pero que expresan el deseo del usuario del sistema. Para, arranca... De traducirlas se encarga un sofware basado en inteligencia artificial, adaptable al pensamiento de cada persona, y que, a su vez, es el que se ocupa de transformarlas en órdenes que se dirigen a un soporte específico, un harware, conectado al motor de la silla.
Enlace del vídeo donde explican el funcionamiento de la silla de ruedas y cómo la prueban.
Esta tecnología existe y ha sido desarrollada por la empresa gallega Handytronic en colaboración con el área de Computación de la Universidade da Coruña. De esta alianza ha surgido una silla de ruedas inteligente para personas con diversidad funcional guiada por ondas cerebrales.
El sistema, que incorpora una tableta electrónica en la que se ha instalado el sofware específico conectado por Bluetooh al casco, presenta la particularidad de que se adapta a las necesidades de cada persona. Son los logaritmos basados en inteligencia artificial los que permiten que la aplicación aprenda de las rutinas mentales del usuario. «Es un sistema muy innovador, porque aprende de forma muy rápida cómo piensa cada usuario, si quiere ir a la izquierda o la derecha, pararse o moverse», explica Jacobo Penide, director general de la firma tecnológica, que forma parte del grupo Telecon Galicia.
Llevarlo al mercado
El desarrollo es un prototipo que funciona perfectamente, pero que necesita aún un mayor perfeccionamiento para llevarlo al mercado. Es necesario abaratar aún los costes para que la silla de ruedas inteligente pueda llegar al mayor número de usuarios. «El objetivo es conseguir un dispositivo de bajo coste aplicable a cualquier silla de ruedas, porque al final solo tiene sentido si se universaliza y mejora la calidad de vida de los usuarios», destaca Penide.
Es, en cualquier caso, un primer desarrollo, porque el equipo también está trabajando en otras líneas. «El interfaz cerebro-computador en el que trabajamos nos permitirá no solo completar el desarrollo de la silla de ruedas, sino también, a medio plazo, acometer proyectos para la detección temprana del deterioro cognitivo», señala Laura Montes, programadora jefa del proyecto.
Fuente: La Voz de Galicia
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